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1
Ten en claro dónde vas. Los líderes exitosos y profesionales entienden un concepto básico simple: si no sabes a dónde te diriges, es muy probable que termines en cualquier lugar.
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2
Sé específico. No sólo tu objetivo debe ser específico, sino que también debes crear una intención específica, así como tareas muy específicas o pasos que te llevarán hacia la realización de ese objetivo.
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3
Ponte metas intermedias medibles. Una vez que tengas una idea clara de lo que quieres lograr, así como qué metas tendrás que alcanzar en todo el intervalo de tiempo del proyecto o período, el siguiente paso es crear metas intermedias medibles.
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4
Haz una lista. Crea una lista y un plazo de tiempo que acompañe los elementos de acción específicos, o tareas a completar, para poder alcanzar esas metas.
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5
Divide las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables. Algunas tareas o metas pueden parecer más desalentadoras para lograr que otras. Allí es cuando tiene sentido dividir las tareas grandes en pequeñas secciones, que sean más manejables.
6
Pon plazos en todo. Sin plazos específicos ni fechas límite, el trabajo definitivamente se expandirá para llenar el tiempo asignado, y algunas tareas nunca se completarán.
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7
Crea una representación visual. Una vez que hayas creado tus elementos de acción y que hayas establecido un plazo específico, el siguiente paso es la creación de algún tipo de representación visual de tu plan. Puedes utilizar un diagrama de flujo, un diagrama de Gantt, una hoja de cálculo o algún otro tipo de herramienta de trabajo para lograrlo.
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8
Programa tus logros. Haz que cada persona involucrada tome su calendario o agenda o teléfono inteligente y programe sus logros.
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9
Lleva a cabo tu plan de trabajo y no te detengas hasta que esté completo. Una vez que el plan esté establecido y compartido con el equipo, y que los logros se hayan programado, el siguiente paso es sencillo: toma acción diaria y haz seguimiento con los responsables de garantizar que todo el mundo esté haciendo su parte.
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10
Cambia la fecha si es necesario, pero nunca renuncies a la meta. En ocasiones, las circunstancias o acontecimientos imprevistos pueden comprometer tu capacidad para cumplir con los plazos, completar tareas y lograr tu objetivo. Si esto sucede, no te desanimes, revisa tu plan y sigue trabajando para alcanzar las metas y seguir adelante.
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